El sorteo de los grupos del Mundial de Rugby 2019 generó sensaciones encontradas en los argentinos, tanto en los que pusieron la alarma a las 5 de la mañana para seguir la conformación de los pools en vivo como en los que se enteraron en diferido. Los más optimistas respiraron aliviados al ver que Los Pumas no tendrán que cruzarse con ninguna de las potencias del Hemisferio Sur, en especial con Nueva Zelanda. Otros no dudaron en calificar al grupo C como “el de la muerte”, por tener que definir la clasificación a cuartos de final con Inglaterra (imparable desde que Eddie Jones asumió el mando tras el papelón del Mundial 2015), el siempre peligroso Francia, el otro mejor clasificado de América (Estados Unidos o Canadá) y uno de los impredecibles seleccionados isleños del Pacífico (Fiji, Samoa o Tonga).
Lo que no debió sentir nadie es sorpresa. Faltaba revelar cuáles, pero ya desde hace tiempo se sabía que Los Pumas deberían enfrentar a dos potencias en lugar de una por no haber alcanzado en noviembre los resultados que les permitieran mantenerse entre los ocho primeros del ranking. Por eso, Steve Hansen (entrenador de los All Blacks) sacó del tercer frasco la bolilla blanca de Argentina, se supo que el C sería el grupo más parejo y emocionante de todos.
En agenda
“Sabíamos que nos iba a tocar rivales difícil por nuestra ubicación en el ranking pero como los de arriba también son difíciles los de abajo”, sostuvo el entrenador de Los Pumas, Daniel Hourcade, quien estuvo presente en el sorteo junto al presidente de la UAR, Carlos Araujo, y al vicepresidente de World Rugby, Agustín Pichot.
No obstante la dificultad visible que hay en el grupo de Argentina, “Huevo” sostuvo en declaraciones a ESPN que peor hubiese sido que le tocara en suerte enfrentar a “los dos del sur”, en referencia a Nueva Zelanda y Sudáfrica, que integrarán la misma zona. Por último, Hourcade advirtió que cualquier análisis que se haga hoy sobre los rivales será relativo, ya que “dentro de dos años y medio, cuando empiece el Mundial, las realidades pueden ser totalmente distintas la lectura que se hace hoy”.
Por lo pronto, hay una cuestión que no es menor: la agenda de Los Pumas prevé tres encuentros con Inglaterra este año. Los primeros dos serán el mes que viene (10/6 en San Juan y 17/10 en Santa Fe), y aunque “La Rosa” vendrá sin muchos de sus titulares (convocados para la gira de British & Irish Lions), será una buena oportunidad de ir conociendo a las jóvenes figuras, algunas de las que seguramente estarán en Japón.
En el caso de Francia, la relación es muy cercana. Los “Bleus” jugaron dos tests el año pasado en Tucumán, y está previsto que Los Pumas los enfrenten tres veces a lo largo de 2018.
En los otros tres grupos se puede distinguir con mayor claridad la línea que separa a los candidatos de quienes van por el batacazo, sin perder de vista que en un Mundial puede pasar cualquier cosa y que de aquí a septiembre de 2019, la realidad de los equipos puede ser muy distinta a la actual.
En el grupo A, Irlanda y Escocia aparecen como claros favoritos, por delante de Japón (al margen de ser el anfitrión y de su crecimiento a partir de su franquicia en el Súper Rugby), el ganador de la eliminatoria europea (hasta aquí, Rumania) y el vencedor del repechaje entre el segundo de Europa (hasta aquí, España) y el tercero de Oceanía.
En el grupo B, el panorama es aún más claro: Nueva Zelanda y Sudáfrica están muy por encima de Italia, y ni hablar cuánto más del primer clasificado de África (posiblemente Namibia) y del ganador del repechaje.
El grupo D tiene a Australia y a Gales como pesos pesados, seguidos por Georgia, el segundo clasificado de América (el perdedor de EE.UU-Canadá contra Uruguay) y el mejor de Oceanía.